Los audífonos siempre han sufrido ataques desde diferentes flancos, ya sea por ignorancia o por despreciar lo que no se conoce. Es un trato injusto que estos pobres aparatitos, que hacen una gran labor, no se merecen.
Quién no ha escuchado alguna vez algún chiste o queja sobre los audífonos por cuestiones injustificadas. Hay muchos mitos falsos que han llevado a la estigmatización de estos aparatos que cumplen con una función muy especial e importante y que no pueden generar rechazo social por razones falsas ¡Vamos a desmitificar!
1-Son cosa de ancianos:
Esto es un error garrafal. Muchos niños, adolescentes y jóvenes llevan audífono y seguir esta máxima sólo ayuda a que gente de todas las edades los vean de forma negativa ¡y no! ¿Cómo puede ser algo malo cuando nos está facilitando la vida corrigiendo un déficit?
Es verdad que con la edad y la degeneración, la capacidad auditiva tiende a mermar, pero nuestros pacientes DE TODAS LAS EDADES están felices con sus audífonos.
2-Me hacen parecer mayor
Ya ha venido la estética a fastidiarnos. Mucha gente piensa que llevar un audífono le hace automáticamente mayor… Y tiene mucha lógica preferir ir por la vida sin escuchar que con un aparatito que ni se ve, si no quieres, en la oreja ¿verdad?
3-Pitan todo el rato
Error. Como ya explicamos en este post, cuanto más antiguo es el audífono, más riesgo hay de que emita pitidos molestos. Más aún sí se trata de audífonos con tecnología analógica.
Con los actuales audífonos digitales, el ‘feed back’ (alimentación de vuelta), que es como se denomina el efecto que producen estos pitidos, es casi inexistente, cosa que agradecen no solo los usuarios sino toda la gente que les rodea.
4-Son muy grandes y se me ven
La realidad es que, si quieres que se vean, que es una opción más común de lo que se podría pensar, puedes tener gamas de colores atrevidos y formas adecuadas.
Si lo tuyo es que pasen inadvertidos, hay un montón de modelos que si los usas, ni tú te darás cuenta de que lo llevas al mirarte al espejo. Una simple visita a Inesa y verás 🙂
5-Son como un amplificador pero más caros
Si alguien te viene con esta frase, puedes remitirle directamente al Ministerio de Sanidad y así ahorrar saliva.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) afirma que los audífonos son productos sanitarios que amplifican y procesan sonidos y que están destinados a compensar deficiencias auditivas. En cambio, los amplificadores de sonido son dispositivos electrónicos destinados simplemente a amplificar el sonido ambiental para personas SIN deficiencias auditivas.
Si sospechas que puedes tener pérdida auditiva, ven a vernos cuanto antes. No escuchar bien durante un largo periodo de tiempo va restándonos capacidad de comprensión. La sociedad no puede presionar en contra de oír todo lo que la vida nos ofrece.